Un hombre tomó un urinal y le llamó fuente...desde entonces la idea misma se convirtió en arte...
Ella lo había dejado atrás hacía muchos años. Hoy le dio un arranque y decidió recuperar su pasado perdido. Desde hoy volveré a ser artista...
Ella había estudiado lo suficiente sobre arte contemporáneo para saber que hoy en día no se precisa de la técnica. En otra época uno no podía decidir repentinamente ser o no ser artista. Había que estudiar meticulosamente para perfeccionar el medio artístico...Se requería dedicación, esfuerzo y talento. Pero, al momento, éstos ya no son requisitos indispensables para un artista. Lo único que se precisa es la idea. Así que desde hoy ella se logrará como artista, a pesar de haber olvidado con el tiempo su ejecución técnica.
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Para ser un artista lo primero es creerse, no, convencerse a sí mismo de ser grandioso. Repítase al espejo infinitas veces “Soy grande, soy un genio” hasta que no sean palabras sueltas sino un convencimiento que emana de la sangre. Otros habrán hecho o dicho lo mismo pero nadie lo hará con mi misma grandeza…porque soy grandioso.
Ella se miró al espejo y se convenció a sí misma de su grandeza...
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El segundo paso sería dejarse llevar por las demencias momentáneas. La diferencia entre un artista y un no-artista muchas veces es simplemente el hacerle caso a las irracionalidades pasajeras. Si te viene el impulso de arrastrar un inodoro por las calles, no es demencia, es un performance…
Una vez certificada su grandeza sabía que todo lo que haría será considerado arte. Praxis. Ahora le toca la praxis. Miró a su alrededor a ver si algo le inspiraba. Empezó a buscar por todo su apartamento cualquier cosa que le resultara interesante. Entre el caos tumbó accidentalmente un vaso de cristal. Contempló los pedazos desprendidos y decidió proclamarlos arte. Quizás podría hacer una serie...Rompió otros vasos y platos a fin de ver qué salía. Al tercero se cortó un dedo. Miró la sangre. Estaba bien sufrir por su arte, pero no desangrarse...así que desistió en el intento.
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Si es necesario recurrir a alguna sustancia controlada para inducir este estado “creativo” no se corte pues muchas obras de artes han nacido de las drogas o el alcohol.
No se le ocurría nada. En su casa no había ningún tipo de narcótico que pudiese ayudarla. Optó por beber un vino de mesa que había dejado a ver si el alcohol la inspiraba. Se emborrachó mucho más rápido de lo normal. Tomó una escoba y la sumergió en un candungo de pintura. Pasó la escoba por el piso...Esto es arte, estoy barriendo el arte, se dijo mientras su nuevo pincel se deslizaba felizmente por el lienzo alternativo.
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El próximo paso es dejarle saber a todo el mundo que eres grandioso. No es suficiente haberte convencido a ti mismo, hay que proclamarlo a los cuatro vientos. Mostrarle a todo el mundo las locuras acometidas en el nombre del arte.
Ya había logrado su primer intento artístico. No estaba satisfecha. El vino que fluía por su sangre le suscitó a pensar que no hacía falta ningún experimento extraño. Lo esencial era ella. Yo soy arte. Se despojó de sus ropas y empezó a bailar por el piso. Se asomó por el balcón en cueros y comenzó a gritarle al mundo su grandeza. Eventualmente le metieron una denuncia por "indecent exposure". Es que no soy comprendida...
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Repetir ad nauseum los pasos anteriores hasta que finalmente seas constituido como un artista…
Ya a este punto se estaba mareando. Los efectos eufóricos del vino fueron cediendo. Llegó la náusea. Salió corriendo al baño y vomitó su vida. Luego se miró al espejo. Tenía el rostro completamente manchado de pintura, vino y sabrá dios qué más. Su pelo se dispersaba por todas partes. Allí estaba ella...desnuda...enfrentándose a sí misma.
Puñeta...¡soy una mierda!
Y con este pensamiento se desvaneció cualquier intento de ser artista.
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