escena robada de un sueño...o algo así
La risa murió en un parpadear de ojo.
– No entiendo por qué estás aquí.– Me dices mientras mueves tus manos sobre tu rodilla como rascando un pensamiento. –No soy el hombre que debería de estar contigo.
– Pero eso ya lo sabía– te respondo con mi ya sabida entonación de sarcasmo.
Haces el esfuerzo por desdibujarte la sonrisa.
– Lo digo en serio.
Respiro en resignación, consciente del rumbo al que conduces este momento.
– Sólo te voy a decepcionar, soy demasiado inestable. No tengo raíces...
Te escucho hundirte en tus propias palabras. Me acerco y te arropo con mis piernas.
–Pues las mías no están en la tierra.– te suspiro al oído. – Soy mangle. El agua corre y se cuela por mis pies.
Labels: ficción, palabras
Hermosamente nostálgico. Me parece creepy-cómico que hoy yo publicara algo sobre estas conversaciones con los fantasmas. Pero bueno amiga, usted y yo tenemos una sintonía loca. :)
¿por qué preferimos el silencio? ¿Será que esa respuesta no la queremos escuchar?
Sobre la falta de raíces, eso permite volar. El final es hermoso. Nadie atrapa el agua, pero el mangle sabe dejarse acariciar por ella (y por la arena). Deja que se cuele, no importa por el tiempo que sea. A raíz levantada, miran al cielo, otras en la arena, y se mojan, bueno el mangle es complejidad.
Me fui en un viaje, como siempre, sorry!
Te adoro con locura!
te acabo de comentar allá. ¡es increíble! pero lo mejor es que no es la primera vez que pasa, jajaja.
son ya muchos los que han comentado eso de ser entes "sin raíces", es una frase que siempre me ha dejado pensando mucho. obviamente entendiste lo que quería decir con la imagen del mangle, enredo, complejidad, raíces, sí, pero libertad, vida...
¡un abrazote, amiga!
ah, qué linda imagen ! yo también me siento mangle :)