la maldición de los inicios...
Carolee Schneemann. Fresh Blood: A Dream Morphology, 1981. (performance)
Mi primera vez fue una experiencia traumática. Era lo menos que esperaba que me iba a ocurrir aquel día. Le seguí sus pasos nerviosa. Mi inocencia se destilaba entre las piernas. En silencio rezaba que nadie me viera. Entonces se detuvo. Abrió una puerta y me señaló para que entrara. Buscó entre gabinetes hasta encontrar el instrumento que pretendía que usara. Me explicó lo que tenía que hacer. Miré el rostro de la monja mientras me hablaba sin poder evitar la sensación de que a mis nueve años esto no se suponía que ocurriera así.
Antes de que se arme un escándalo, no, no me refiero a mi primera experiencia sexual. Lo que rememoro ahora es algo mucho más vergonzoso y cruel, prueba de que si existe Dios no sólo es mediocre sino misógino: la primera menstruación, esa bicha mensual, escatología innecesaria que tenemos que perdurar sólo por haber nacido sin el cromosoma Y.
Si todo comienzo es indicativo de la modalidad en la que se seguirán dando las cosas con el tiempo, me aterra pensar qué significa este inicio. Para mi desgracia todo aconteció en la escuela. Estábamos en la hora del recreo y en el baño descubrí las infames manchas rojas. No podía regresar a clases así que esperé a que sonara la campana para ir donde la madre superiora y contarle lo sucedido. Así fue que terminé enclaustrada con una religiosa que intentaba enseñarme cómo colocar la toalla sanitaria más inmensa que he visto en mi vida, seguramente diseñada exclusivamente para monjas reacias que tienen que vestir de blanco todo el tiempo, mientras esperaba con ansias que llegara mi madre para rescatarme de ese bochorno. Al otro día en la escuela la maestra nos reuinió a todas las niñas y declaró que una compañera era ya “señorita” justo antes de ponernos un vídeo de esos que traumatizan de por vida.
Lo cierto es que he desarrollado una relación tortuosa con la menstruación, cortesía de la endometriosis y demás maltratos de la naturaleza. Yo nunca pedí esto y para colmo tener hijos no está en mis planes de vida. En medio del dolor y el cansancio que se prolonga en mis días intento de alguna manera recordar los momentos en los que la menstruación fue bien recibida, un alivio incluso, en una ocasión por motivos de salud y en otra por esos sustos que toda mujer ha experimentado alguna vez. No funciona. Mi mente sigue divagando por las sensaciones de horror que se vienen desencadenando desde aquel mediodía de mis nueve años bajo la tutela de una monja y un uniforme escolar manchado que delataba mi feminidad.
Supongo que las cosas nunca se me han dado de una manera normal y quizás todas mis primeras veces lo evidencian...
Labels: desgraciadamente real, desquite, no-apta
Nos falta esa Y. Quiere decir que somos concluyentes, nada de puntos suspensivos. :) Sólidas, íntegras, sin necesidad de una conjunción, nada nos amarra porque después de una Y falta un componente. Como dicen "x marks the spot". Perdona el viaje linguístico.
A mi la menstruación me llegó a los once años, la misma semana de mi cumple. Nunca entendí la alegría de mis familiares o los celos de mis amigas porque yo la odié desde los inicios. Era una pausa en diversión, una incomodidad al sentir un objeto foráneo entre las piernas.
Sin embargo, estoy tratando de quitarle esa carga negativa. Pienso que es la manera que mi cuerpo se desintoxica de todo lo ocurrido en el mes. Expulso los corajes, la nostalgia, la frustración en ese líquido rojo. Me hace sentir como si cada mes fuera una oportunidad de comenzar a tabula rasa.
¡Ah y fuck normal, todos somos disfuncionales in our own special way! Jajajaja. :)
me gustó eso de la finalidad de las Xs vs la dependencia de la Y. La conjunción no debe de iniciar una oración, no puede acabarla y siempe necesitará de otras palabras que la completen.
Me parece curioso que no solemos hablar sobre la primera menstruación. todo el mundo habla de las primeras veces pero de la menstruación no, tan incómodo y extraño parece ser.
Me parece super bien el análisis que le das, yo debería de tomarlo de la misma manera. el problema es que es mucho lo que acumulo en un mes...grrrr
un abrazote amiga!
No creas que es solo porque "a ti no se te han dado las cosas normales", creeme que muchas detestamos la menstruación y pasamos algun bochorno en la primera vez... Que peor que poco menos publiquen algo, que no es nada lindo? ni comodo ¬¬.. Aun recuerdo como mis tias llamaban felicitando por que ya era una "mujer", como toda mi familia se paso la voz por ese hecho, aun no me explicó el porque de publicar algo asi, cual es la necesidad. Espero que cuando sea madre, no actué igual, no lo aseguró, porque quien sabe, tal vez e s algo genetico en las personas.
Creo que tu post me sirvio de desahogo contra este temita xD en fin!
Me agrado demasiado tu blog, escribes genial, te visitaré seguidito. Un beso!
somos hermanas en la endometriosis. sabes que comparto tu sentir sobremanera.
Este texto, me resulta comico, no me lo tomes a mal, es el debate, esa bicha que no te deja. Sabes, yo que soy hombre he aprendido a ver la menstruacion desde otro punto de vista. Yo realmente lo veo como algo de poder, algo que el patriarcado ha hecho todo lo posible por invertirlo. Yo lo veo como vida, a pesar de q en tus planes no esta el dar la vida. Me imagino que debe molestar, digo eso porque realmente nunca sentire el dolor, pero, todo es cuestion del reclamo y la reconciliacion con la Bestia. Te lo digo otra vez, no me lo tomes a mal, pero yo la celebro.
Me entrometo para decir que, si bien el texto está genial, todos los comentarios que anteceden a éste constituyen una delicia superior. Particularmente, el de Madam es una joya.
jajajaja
ningún entrometimiento. ¡estoy completamente de acuerdo! no respondí a los comentarios porque tengo esto acá abandonado pero me partí de la risa cuando los leí. me encanta la visceralidad que provocó mi pequeño desquite, jaja.
lo que escribió la compañera Madam no es un comentario, es una disertación que debería de seguir indagando ¿no?