-siguiendo la sugerencia del distinguido E. O. y dedicado a él, a S.C., C.L., G.F., D.Q., N.R., M.R. y todos los que tuvieron contacto con los matrix...aunque no lo lean son los únicos que entenderían esta demencia.Los murmullos retumbaban por los pasillos de la facultad. Unos estudiantes hablaban afuera del salón en lo que llegaba la profesora. Se escuchó el timbre del elevador. Todos se viraron. Las puertas se abrieron y ahí estaban ellos. Llevaban la indumentaria habitual: abrigos largos, pantalones, camisas, zapatos, todos los artículos de ropa y accesorios eran de color negro. No se trataba de estudiantes cualquiera. Arnaldo “Neo” Vázquez y Remedios "Trinity" Negrón eran los elegidos para salvar la filosofía. Entraron al salón de clases y colocaron sus maletines en sus respectivos espacios.
Este era el momento definitivo de “Neo”. Hoy se enfrentaba a la lucha en contra de la Doctora Parada, su peor enemiga. Esta profesora les había puesto obstáculos desde el primer día que pisaron la universidad. Ella reconocía el potencial de peligro en estos dos maravillosos filósofos y para no perder su poder se veía en la obligación de humillarlos. Era evidente que esta mujer hacía todo lo posible para estropearles el doctorado. Pero no lo logrará. Arnaldo es el que restituirá el orden a la filosofía. Al principio ni él mismo lo sabía. Uno no nace sabiendo que está destinado a ser el salvador. Todo aconteció justo al empezar la carrera universitaria. Estaba sentado en el césped de la facultad mientras intentaba leer algún texto. Como no entendía lo que estaba leyendo se quedó atontado mirando el sol. Al bajar la mirada se dio cuenta que todo estaba resplandeciendo con una luz violácea. Arnaldo le preguntó a un amigo si veía esa luz.
-“¿Estás loco? ¿Qué te pasa?”
Y fue así que él supo que tenía los poderes para descifrar los misterios de la luz. Él y sólo él podía realmente ver las cosas. Desde ese día comenzó a vestirse de negro para representar la ausencia de luz que existe en la filosofía. Ausencia que él llenará con su envidiable inteligencia.
Remedios fue la única que reconoció su grandeza. Ella lo escuchaba hablar fascinada. Compartir con él la llenaba de tanta alegría que decidió dedicarse a estudiar la muerte en Heidegger. Así se forjó el equipo que revolucionará la facultad de filosofía.
Y al final llegó el momento de tomar las riendas de la matriz filosófica universitaria. Después de este día nada volvería a ser lo mismo.
La profesora llegó al salón y todos los estudiantes se acomodaron.
Arnaldo miró a Remedios. Ambos movieron la cabeza en señal de afirmación y ánimo.
La profesora Parada pasó lista y preguntó: “¿A quién le tocaba la exposición de hoy?”
-“A mí”, dijo emocionado Arnaldo.
-"Vale, pues comience."
Arnaldo se levantó de su silla nervioso y comenzó a hablar.
-"Mi nombre es Arnaldo Vázquez y hoy me tocaba analizar el siguiente texto de Hegel joven en el que el filósofo toma como ejemplo el pasaje bíblico de las bienaventuranzas. Así que yo les haré un análisis de la biblia.”
Comenzó a leer el pasaje y se detuvo.
“Claro, debería de leerlo en latín por rigor pero si lo hago ninguno de ustedes me entenderían...” y se rió torpemente.
Mientras hablaba se movía la cola que se había hecho en el pelo y que recordaba a un nido de ratas. Arnaldo seguía recontando toda la biblia. Los estudiantes comenzaron a inquietarse. Clara, Daniel y Miranda se pasaban notas. Era lo único que les permitía sobrevivir el aburrimiento insoportable.
¿Éste se cree que está en un seminario religioso?
¿No era de Hegel que tenía que hablar?
No se entiende cuando habla.
Es que es demasiado elevado para nosotros.
En un momento dado Miranda se cruzó miradas con la profesora. Se sintió culpable por portarse como si estuviera en escuela elemental. La profesora le extendió una imperceptible sonrisa solidaria.
-“Y en otra traducción de la biblia se sustituye la palabra 'sean' por...”
La profesora no resistió más:
-“Está bien. Ya tenemos una idea. Por favor hable del ensayo que tenía que discutir hoy.”
-“Es lo que estoy haciendo, profesora. Lo que pasa es que es importante tener el trasfondo histórico/cultural de la biblia para realmente entender el pasaje al que alude Hegel...para entonces poder entender el análisis de Hegel.”
-“Creo que todos aquí estamos familiarizados con ese pasaje biblíco.”
-“Pero pensé que era importante explicarlo por si acaso.”
-“Sí pero recuerde que tenemos un tiempo limitado.”
-“Es que si me dejaran yo estaría hablando una eternidad.”
A la profesora involuntariamente se le cerró un poco el ojo izquierdo.
Arnaldo miró a Remedios y le dio una señal. Era hora de batallar las fuerzas del mal.
Abrieron sus abrigos y sacaron las metralletas. Arnaldo comenzó a volar esquivando las balas que lanzaba la Dra. Parada mientras se reía maléficamente.
-“No vas a triunfar. Nosotros somos los dueños del matrix filosófico.”
-“Nunca me alcanzarás”, gritó mientras volaba al otro extremo del salón de clases.
Arnaldo voló hasta ella y la agarró por el taco. Ella viró su rostro. Empezó a disparar rayos desde sus espejuelos para así escapar. Nuestro héroe daba giros en el aire para evadir el peligro. Finalmente llegó a su lado y con un brinco de arte marcial le dio una patada. “Nooooooo”, gritó agonizando la profesora mientras caía al piso.
Arnaldo logró atraparla y le amarró las manos.
-“Hemos triunfado, Remedios. ¡La filosofía es nuestra!”
Ambos se abrazaron y todos los estudiantes aplaudían emocionados.
-“Arnaldo Vázquez, conteste por favor”.
Con esas palabras regresó del “matrix” de un golpe. Miró hacia los lados desorientado.
-“Em...perdone, pero olvidé la pregunta.”
La profesora suspiró frustrada.
-“Le preguntaba si en serio pretendía que estuviéramos una eternidad escuchánolo."
El estudiante titubeó algo incomprensible. La Dra. Parada esperaba pacientemente hasta que se cansó.
-"Creo que lo mejor será suspender la clase por hoy. Cualquier duda que tengan sobre el ensayo pueden pasar por mi oficina. Buenas tardes.”
Hubo un silencio incómodo entre los estudiantes.
Miranda salía de la facultad cuando la detuvo Arnaldo.
-“¿Puedes creer cómo me salió la profesora hoy? ¿Ves cómo me odia?”, dijo tratando de convertirla en una aliada.
Ella soltó una sonrisa incómoda.
-“ Yo no lo veo así. La verdad es que lo de la biblia fue demasiado largo.”
-“No...es que no la conoces. Ella me odia. Tú no entiendes.”
Miranda no quiso participar más de esa conversación.
-“No lo sé, yo sólo digo lo que veo desde afuera”. Se despidió cortésmente y se fue.
Arnaldo la observó alejarse de él.
Sacó una libreta negra y apuntó su nombre. Al lado escribió en letras rojas: Traidora de la causa. La guardó celosamente en su maletín. Ajustó su enorme abrigo negro y se dirigió hacia la biblioteca para seguir preparando la revolución.
Labels: desgraciadamente real, no-apta
9 comments