¿de qué color?
René Magritte. The False Mirror, 1928.
“Mira hacia arriba”
Obedecí a la orden hundiéndome cada vez más en el asiento. “¿Por qué te pones tan trinca? Relájate, por favor”, me dijo el anciano, acercándose a mi rostro. Me reí un tanto nerviosa mientras su aliento rozaba mis cachetes.
Siempre he sentido que me inspeccionan los ojos de una manera u otra. Alguien alguna vez me dijo que yo era 80% ojo y que parecían querer caerse de mi rostro. A más de uno he traumatizado con mi color de ojo. Cada cual los ve de un color diferente. Me han dicho que tengo los ojos marrones, verdes, grises y alarmantemente hasta violeta. Cuando les digo que mis ojos son azules muchos no lo creen. Otros han asumido que yo uso lentes de contacto.
“No te eches para atrás” me dijo un poco irritado sin entender que era un reflejo inevitable. El anciano volvía a acercarse con una lupa que temblaba entre sus manos.
Estaba yo viendo la luz tambaleante y de la nada me llegó un recuerdo. Era de madrugada, creo que cerca de las 6 de la mañana. Yo estaba tan cansada que mis pies me sostenían de milagro. Tú caminabas al frente hablando con no sé quién. Tuviste la cortesía de abandonarme con tu amigo que andaba rondándome y me tenía harta. Entre las tonterías que me decía inició el tan original discurso sobre mis ojos.
“Te voy a escribir un poema”. A este punto yo quería matarte con la mirada. “No me interesa que me dediquen poesía cursi” le contesté indiferente.
-“Pero yo no escribo cursi. Yo escribo bien.”
-“No tengo cómo saberlo”, le dije.
El hombre pequeño se me paró al frente cortando por completo mi paso. “Escribiré un poema sobre tus ojos y verás.”
-“¿Mis ojos? No sólo cursi sino clichoso también.”
-“¿No quieres que escriba sobre tus ojos?”
-“No. Me aburre.”
-“ah, ¿sí?”
El hombre se quedó pensativo. Yo me estaba muriendo por llegar al apartamento.
-“Pues entonces escribiré un poema sobre tu nariz.”
-“¿Mi nariz?” Tuve que reírme de esto. “Fíjate, eso sería muy original.” le dije aunque algo me decía que si lo llegaba a hacer sería un desastre de poema. Me empezó a dar miedo la idea de que ese pendejo escribiera sobre mi nariz. En eso entraste nuevamente en mi campo de visión. Te reías de algo que te contaban. Me la vas a pagar, pensé.
“Bueno” dijo el viejo apartando de mí el equipo y prendiendo la luz. “No creo que necesites espejuelos”. Palabras con luz. “Toma esta receta para unas gotas. Lo demás está todo bien.”
-“Gracias, doctor” dije agarrando el papel.
-“Ah”, me dijo justo cuando yo estaba por salir, “te va a molestar la claridad por cuatro horas más o menos.”
-“Está bien” dije pensando que en realidad a mí siempre me molesta la claridad.
Cuando salí de la oficina tuve que cerrar los ojos de inmediato. No estaba bromeando. Me fui a una sombra y saqué de la cartera un espejo para mirarme los ojos. Allí estaba yo con las pupilas completamente dilatadas. Mmm...ahora los tengo negros.
Labels: desgraciadamente real, no-apta
Jajaja... curioso tu relato, la verdad es que la ultima vez que fui al oftalmologo me hicieron esa prueba que te dilatan la pupila. Estuve un par de horas sin poder leer, ni si quiera pude ver lo que me estaba comiendo solo se que era arroz con algo. Pero que bueno que no necesitas ayudita, yo no tuve tanta suerte...tengo astigmatismo. Saludos! =)
jaja, pues técnicamente tengo astigmatismo pero no tanto como para necesitar espejuelos...todavía.
y sí, yo también estuve horas sin poder leer y pá colmo fue uno de los pocos momentos que hacía sol y todo, jeje. Ni modo, toca hacerlo!
un abrazo
yo nunca me he hecho esa prueba! es que siempre voy a las citas médicas sola...me la debo hacer...aunque ya me diagnosticaron miopía así que no sé si quiero que me diagnostiquen algo más...
muy buen escrito no apta. me encantó!
Gracias!
jeje, las cosas que uno piensa en las visitas médicas!
Pues yo fui acompañada para que no tuviera excusas. No me examinaban la vista desde que era niña...¡y no puede ser! Pero no es tan horrible aunque un poco raro...
un abrazo
Yo tengo una mala experiencia con eso.
Voy, me hacen el examen, me dan la formula, saco las gafas, espero ansioso para estrenarlas y me duran solo dos semanas.
Que mala suerte tengo con las gafas.
jajaja, no te preocupes Gatto. El día que finalmente me receten espejuelos creo que no me durarán más de dos días...
Greeat read thanks