Tomó un sorbo de cerveza. Él insistía en hablarle sobre su tesis. Ella miraba fijamente la botella que sostenía entre sus manos. Ocasionalmente soltaba algún “ajá”, “sí” o “qué interesante”. Más que nada lo hacía para recordarse a sí misma que estaba viva.
Luego comenzó a hablarle sobre una conferencia que dio. Le sonrió como si estuviera interesada y miró disimuladamente su reloj. ¿Cuánto tiempo tengo que esperar? ¿Cuántos minutos para que fuera adecuada la salida triunfal?
En ese momento sintió que él le rozó casualmente la rodilla. Se quedó inmovilizada. Sintió un calor inesperado. Comenzó a imaginar esa mano subiendo por su muslo. Imaginó esos labios deslizándose por su cuello. Por un momento imaginó su cuerpo volcándose encima de ese hombre.
Lo miró fijamente a los ojos.
Ahora, ahora...bésame ahora, imploró mentalmente.
-Y bueno, los otros días en el trabajo me presentaron al Dr. Ruiz González quien publicó hace dos semanas un artículo en la revista de antropología médica y él me invitó personalmente a dar una conferencia sobre...
Al escuchar esas palabras tomó un poco más de cerveza y se hundió en el asiento. Sus ojos se perdieron en la nada mientras se repetía: “Sólo algunos minutos más...sólo algunos minutos y ya estaré lejos.”
Labels: ficción
Esta página y todo su contenido está protegida por la siguiente licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial 2.5 License.
Me encanta ese cuadro!! en la preparatoria basé mi trabajo final de Teoria del Conocimiento en ese cuadro... cuan volubles resultan los minutos o no? no se deciden a durar siglos o segundos... me gusta el escrito... de esos minutos interminables, saludos y un abrazo! :)
aLe*!!
¡me dio una especie de Deja Vu!
He pasado por eso, terrible y común situación
Genialmente recreada por ti!!
un abrazo
Genial!
Y aquel sintiendo que impresionaba cuando podría estar en la cama... triste realidad, jajajja. Un abrazo!
jejeje, chévere! Ya casi va un año leyendo esta excelente ineptitud literaria, o no?
Sergio
no puedo decirte qué es lo que he pensado cuando he leído ese post....algún día te lo diré...en privado...
Ale: A mí también me encanta ese cuadro. Me parece genial utilizarlo para un curso de teoría del conocimiento.
El tiempo es maniático. Hay veces que pasa demasiado rápido pero otras que parece detenerse y nunca cuando a uno más le conviene.
El tiempo es un concepto raro...
Ana María Fuster: Creo que somos muchas las que hemos vivido escenas similares...lamentablemente! jeje
Eduardo: Hey, estabas perdido! Bueno, yo también, jeje. Ya me daré la vuelta!
Zolliker: jajaja, así es!! Lo triste es que este tipo de hombre es bastante recurrente. Por ser tan nauseantemente pretenciosos se pierden la oportunidad. Bueno, cada cual que pague por lo que es...
Sergio: Anda...tienes toda la razón. Técnicamente esta página cumplió el año en julio...aunque realmente empecé a escribir después. Bueno, me haré algún regalo por este año de ineptitud!!
Aiutami, Schopenhauer!!: mmm...volví a leer este escrito y creo saber lo que pensaste. Por si acaso, aunque creo que es obvio, te digo que NOOOOOOO!!! jajajaja
Esto es un poco de mi historial de citas escatológicas mezclado con un poco de diversos ejemplares de la fauna con la que lamentablemente convivimos en Salamandra.
Preciosa, gracias por la visita y tus comentarios. Me encanta este Dalí. Una vez escribí un microrelato basado en él, Hormigas de azúcar. Abrazos literarios.
Feliz año... de llenar este espacio con tus escritos, que no solo sea año sino que sean por varios mas!!!
Repecto a tu post; es realemente molesto cuando la persona con la que estamos se encimisma en el mismo, no solo por el deseo sexual que llegas a tener sino por el egoismo que muestran.
tal vez no solo se desee el beso la caricia, q en ese caso a tí te sugirió la caricia, sino que hay veces que uno desea platicar, ser escuchado o simplemente necesitas un apapacho y la otra persona en su rollo. ARGGGG...
Un abrazo!
Conozco perfectamente esos minutos de desesperacion. Cuando lo unico que deseas es estrecharte entre esos brazos y vivir experiencias inolvidables. Excelente descripcion de la misma.
Un abrazote!!
este escrito me remontó al pasado, no tanto por la pretensión del hombre, sino por el deseo reprimido. que sensación tan horrible!
gracias por visitarme y dejarme así conocer tus letras, un gusto leerte.
besos
Que ceguera la de algunos hombres...
Que silencio el de algunas mujeres...
Abrazo Felino.
es una de mis pinturas preferidas, y si te fijas bien en mi blog, esta en una de mis exposiciones, tambien esta la respuesta, que hizo deli, sobe ese mismo cuadro, genial de verdad.Y lo que relatas de manera tan magistral me paso tambien a mi, pero en e colegio, el silencio y los deseos mezcla perfecta para dar rienda suelta a la imaginacion, lo malo que a veces nunca se leva a cabo,mmm no se. muy bueno.un beso
genial,me hace sentirme el personaje,y sus nervios,y su imaginacion,creo que a todos nos ha pasado sentir ese deseo reprimido,pero es parte de la vida y como parte de la vida es rico!
saludos amiga! visitame :)
Yolanda Arroyo Pizarro: Mil gracias por el link a tu cuento. ¡Está genial! Me encantó esa ambientación, ese viaje entre las hormigas, las palabras y el arte. Simplemente precioso. Es un matrimonio perfecto entre tus letras y el arte de Dalí. Como siempre, encantada de poder disfrutar de tus escritos.
Un abrazo!
Cielo Azul: jeje Gracias! La verdad es que abrí el blog hace un año pero empecé a publicar en noviembre, creo...En todo caso no puedo creer que el tiempo haya pasado tan rápido!
Tienes toda la razón, jode muchísimo cuando uno está intentando compartir con alguien que no ve más allá de su propia nariz. Me ha pasado muchas veces...Es horrible!!
Gracias por la visita
Mares: uy, sí!! Es terrible cuando uno quiere cosas pragmáticas pero se encuentra paralizada por la retórica sin sentido.
un abrazo
Iva: jeje, creo que somos muchas que hemos vivido cosas similares. El deseo reprimido, la pasión que nunca se lleva a fruición...es una experiencia demasiado frustrante!
un abrazo
Jorge Ángel: Gracias por la visita! Ya seguiré visitando tu página que me gustó mucho!
Saludos
Gatto: mmm...tienes toda la razón. A veces una también tiene la culpa por no decir nada. Lo que sucede es que entre tanta baba se apaga el fuego, jeje.
un abrazo
Sandrine: Pues a mí personalmente me gusta mucho Dalí. Tengo muchos colegas que lo odian y en parte entiendo por qué. Pero a mí me encanta el mundo pervertido y jodío que él recrea y me divierte demasiado la paranoia crítica. Imagino que te refieres a la "Desintegración de la persistencia de la memoria". Está genial. Uno de los aspectos que más me gustan de la obra de Dalí es que su obra dialoga entre sí. Yo me entretengo muchísimo identificando la iconografía repetida..jeje.
En cuanto al relato, pues creo que todos hemos vivido situaciones similares. El silencio y la inercia son terribles!
un abrazo
Madam: jajajaja ¿Te imaginas? Capaz de hacer un curso monográfico sobre el origen e historia de la ropa interior. Yo creo que ni con una flecha con luces hubiera tomado acción. (Lo peor es que el chico del recuerdo que más inspiró esto es estaba en serio tratando de "score"...así que él mismo la cagó! XD)
No recuerdo el relato que me mencionas. Estoy segurísima que lo leí pero con mi short attention span y deficiencias neuronales no lo ubico. Si puedes envíame el link!!
Un abrazote!!
Mattie: Tienes toda la razón. Estas pequeñas frustraciones también son parte de la vida. Además, en retrospectiva es chistoso!
Gracias por la visita y ya paso a leerte!
Un abrazo