-¿Vas a ir a misa?, preguntó su madre sabiendo de antemano la respuesta.
Ella jugó con el cordón del teléfono.
-Pues, no me apetece. Además, estoy muy atrasada con los estudios.
-Ya me lo imaginaba. Tú sabrás lo que haces, hija.
Ella escuchó el tono de voz de su madre y comenzó a sentirse irritada. El fervor religioso se había desvanecido hace mucho tiempo. Ella prácticamente había dejado de salir tras la inexplicable pérdida de su cabello. No soportaba las miradas condescendientes, especialmente las de sus seres queridos. Todavía recuerda el horror plasmado en los rostros de sus familiares. Su madre estaba convencida que su hija pasaba por una fase de rebeldía extrema.
Finalmente enganchó el teléfono y volvió a la redacción de su tesis. El escritorio era un caos de papeles sueltos, libros abiertos y fotocopias esparcidas por todas partes. En una esquina reposaba la copa de vino tinto que hacía más amena la empresa. Todavía le faltaba mucho para acabar la tesis. Cada vez eran menos las ganas que tenía para persistir en la investigación. Estiró los brazos, se enderezó en la silla e intentó retomar el ritmo. Escribió dos palabras. No lograba concentrarse. Pausó un momento y soltó un suspiro contaminado de hastío. Tomó un sorbo del vino y permitió que descendiera lentamente por su garganta. Mientras lo saboreaba, observó su entorno. Se percató que sus recursos primarios comenzaban a agotarse. Decidió ir al supermercado en parte para remediar la situación y en parte porque no soportaba la inercia de sus pensamientos.
Al llegar, se prometió a sí misma ser lo más rápida posible. Mientras menos tiempo esté aquí, menos probabilidades de encontrarme con alguien. Buscó directamente los artículos de primera necesidad para la redacción de su tesis: el chocolate que se regalaba en recompensa de los pequeños adelantos, alguna comida de fácil cocción, el café para mantenerse despierta y, cómo no, un poco más de vino para relajarse. Tenía que seleccionar un vino económico sin ser una ofensa al buen gusto. Mientras analizaba minuciosamente qué botella comprar, se fijó en un hombre que parecía emprender la misma tarea. No era particularmente guapo pero había algo en su rostro que cautivó su atención. Bajó de inmediato la cabeza para disimular. En ese momento, sintió su mirada sobre ella. Un calor desconocido fue subiendo por todo su cuerpo. Sobrecogida por ese deseo incontenible, comenzó a mover sus ojos hacia él. En su mente construyó distintas escenas de coqueteo y seducción. Fue entonces cuando reconoció de inmediato la sonrisa empática en aquel rostro. Ah, dijo en voz baja mientras pasaba su mano por la calva. Se viró con los cachetes rojos y se fue de inmediato a pagar la compra. Nunca había estado tan deseosa de regresar a sus estudios.
la calva: historias para no ser contadas:2 , historias para no ser contadas:3
Labels: ficción
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Me agradó mucho la lectura. En ocaciones las almas se encuentran y se hablan calladamente. Pero el ser que las mueve las mantiene a la distancia. Y jamás descubren la pasión encarnada.
Uf!
Que malo es cuando uno se siente así!
...Me quedé con los deseos de seguir leyendo.
Vamos a ver... otra vez juegas con el tiempo y los símbolos. Creo que el supo quien era al ella bajar su cabeza (el que sea "calva" lo ayudo a reconocer sus pensamientos), tambien la "calvicie" juega el papel mas importante: desnuda de cabellos y llena de recuerdos. Se pueden sugerir muchos finales, pero el que das es quizas el mejor por eso mismo, porque se puede pensar de todo.
Feliz dia, no apta!
no-apta,
escribes muy bien. sabes llevar una historia, hacer que el lector quede interesado y eso no es fácil.
"Aún así, ella prácticamente dejó de salir tras la inexplicable pérdida de su cabello." Te sugiero que revises el uso de "Aún así", me parece innecesario dentro del flujo del texto.
te seguiré leyendo...
jeje,Iva, tienes toda la razón. Ahí traté de arreglarlo pero como que todavía no funciona. No sé, la verdad es que aquí hay par de oraciones que no me convencen mucho. Ni modo, esta lucha con el idioma es parte del ejercicio.
Muchas gracias por la sugerencia!
si quieres te hago una crítica más detallada! creo que vi algo en el próximo párrafo que podrías mejorar también =)
pero no creo que tengas que cambiar el final para nada, es una reacción muy humana y real.
me identifique son ese estrés de la tesis! que mallllll!coincido con iva, es bien humano el cuento, una puede ponerse en el lugar de la persona.
por cierto, gracias por tus comentarios al cierre de mi blog...
te seguiré leyendo
Bienvenida sea la calva!