esto no es una salida...
Así de pronto amanecí ,
en un inmenso corredor
miré a ambos lados y ..
vi solamente puertas
y en cada una de ellas
grandes letras rezaban así
ESTO NO ES UNA SALIDA
-Nacho Vegas, Mi Marilyn Particular
ta ra ta tara tara tara ta ra ta pam pam
ta ra ta tara tara tara ta ra ta pam pam
tiriti tiritiriti
El suave tongoneo de la música retumba en tus oídos. La cerveza te subió a la cabeza. Ya ni sabes cuántas llevas pero ahí vas, sumbándote otra. Tus pies empiezan a marcar el ritmo. Quieres bailar, pero no puedes. Lo único que logras coordinar es un leve tongoneo de la cabeza. Pero leve, porque de lo contrario te mareas.
Miras alrededor.
El camarero te mira un poco preocupado. Lo decides ignorar.
Dos hombres discuten al final de la barra. No sabes de qué, pero intuyes por los movimientos de las manos que hablan de política. ¡Pendejos!, piensas. Esto está en la mierda. Lo único que queda es beber.
Una señora de cara torcida te tira una giñá. Le sonríes pá atrás, sin saber muy bien por qué.
Entre el humo que impregna esa pequeña barra logras ver una pareja que charla. Se agarran las manos. Se miran intensamente.
En eso te fijas en una joven que comienza a bailar en el medio del local. Baila rico. Pura sabrosura. Te diviertes con el movimiento sensual de sus caderas.
ta ra ta tara tara tara ta ra ta pam pam
ta ra ta tara tara tara ta ra ta pam pam
tiriti tiritiriti
Tus ojos observan cómo la luz resbala sobre esa piel oscura. Suave. Rico. La sangre empieza a fluir. Te sientes apoderado por un incontrolable deseo de acercarte a ella...de bailar con ella...de tocarla...Rico...Sabrosura.
ta ra ta tara tara tara ta ra ta pam pam
Comienzas a moverte. No puedes. Estás demasiado borracho y lo sabes. Intentar bajarte de esa silla sería fatal. Te contentas con mirarla en la distancia y tomas más cerveza ante tu intento frustrado.
La música se vuelve distnate. Ya no logras precisar la melodía. Sólo te quedas con el ritmo, ese ritmo que ahora te oprime.
Llegaron las náuseas. Sabes que ya te tienes que ir.
Miras al camarero e intentas preguntarle cuánto debes. Las palabras casi ni salen de tu boca. De alguna manera te entendió. Buscas en tu cartera la cantidad a pagar. De repente te recuerdas que no te queda ni un centavo. Tú, sin trabajo. Tú, sin nada mejor que hacer que borrarte al son de trompetas y alcohol. Tú, fracasado, miras al empleado que espera pacientemente. Justo cuando vas a decirle que no tienes dinero, escuchas una voz femenina: "Déja, Nacho, pago yo." Miras a tu lado y ves a aquella señora de la cara torcida que extiende el dinero. Ella te mira y te dice sonriendo: "Las cosas están difíciles. Todos estamos en las mismas." Y con esas palabras te pasa la mano por el hombro y se va.
Te quedas un rato pensando, bueno, intentando pensar. Sí...esto está en la mierda, no se puede seguir así. Te levantas temblando de la silla. Antes de irte quieres volver a mirar a aquella joven bailando. Surge el recuerdo del movimiento feroz de sus caderas. Entonces, te das cuenta que no está. Sólo permanecen aquellos hombres que ahora discuten con más pasión.
¡Pendejos!, piensas.
Agarras tus cosas y de alguna manera buscas la salida de esa barra.
Labels: ennui, ficción
Las salidas!! Cuanto no daria yo por tener una ahora, pero no puedo. Siempre hay que luchar y seguir para poder encontrar aunque no queramos la mas lejana.
Un abrazote!!
Esos momentos etílicos dan para reflexionar muchas cosas, tomar resoluciones, lamentablemente uno se puede despertar al día siguiente sin acordarse de nada por más que lo intentas, no te acuerdas siquiera de la salida...
Me gustó tu microcuento
saludos...
salir de un lugar implica entrar a otro.. pero ¿qué nos garantiza que al otro lado se está mejor?
hooooola
que milagro verdad?
jajajja
me gusta mucho la cita con la que empiezas el escrito
y el alcohol siempre hace pasar malas jugadas,pero aun asi la gente sigue bebiendo...esta muy digerible el texto,eso me agrada :)
pasame tu msn no?
saludotes!
=)
Madam: Yo también pienso lo mismo cuando me encuentro frente a un letrero de estos. Siempre los miro con una mezcla de desesperación y cinismo. Creo que este cuento nació de la sensación que tenía que la "crisis" de Puerto Rico no se iba a solucionar...jeje. A ver qué pasa ahora...
Mares: Pues la verdad es que cuando uno está metido en una situación es difícil ver las salidas. Recuerdo que hace poco yo estaba muy mal y me impuse una salida a una situación que me estaba afectando emocionalmente. No funcionó. La salida la encontré después. Tras un laaargo tiempo de introspección. Fue algo orgánico, ni siquiera lo estaba buscando.
Hay que recordar que no importa lo difícil que sea, las cosas pasan y con el tiempo se irán transformando. Lo importante es echar hacia adelante.
Ana María Fuster: Como bien señalas los estados etílicos son engañinos. Hay gente que bebe para olvidar los problemas, pero nunca se olvidan del todo. Además, lo que señalas es cierto, las resoluciones que se hacen en estos estados nunca se llevan a fruición...
Gracias por la visita. Ya pasé por tu página y me gustó mucho. Eres una excelente autora.
Saludos!
Ojitos: Buen punto, no hay garantías. A fin de cuentas hay que arriesgarse...aunque lo que nos espere sea peor, por lo menos es un cambio. Lo importante es no estancarse ¿no?
Mattie: jeje, la verdad es que nos perdemos mucho! Como escribí horita, el alcohol es engañino..pero la gente siempre va a beber, como dices tú...
Cuídate mucho y a ver si saco tiempo para seguir actualizándome con tus cuentos. Saludos!
Como de costumbre fantástico el relato. Veo que todavia te sigue inspirando Nacho Vegas, hace poco reedito un libro de relatos, mologos y poemas. No he podido leerlo pero me gustaria comprobar si se le da tan bien la literatura como la música.
Un saludo