para M., mi hermana, porque sobrevive todos los días a Junior...
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
-Sor Juana Inés de la Cruz
Clara entró al edificio sintiendo todo el cansancio de una larga jornada laboral caerle encima de sus hombros. Se movió con prisa por el lobby-Que no me vea, que no me vea-hasta llegar al frente del elevador y apretó repetidas veces el botón, como si eso lo hiciera llegar más rápido.
-¡Hola, preciosa! Qué guapa te ves hoy.
Con esas palabras se difuminó cualquier esperanza de paz que albergaba.-Hola- replicó sin expresión alguna.
Junior la miraba con su acostumbrada sonrisa lasciva. Era el típico bellaco azucarado, de esos que lo único que piensan cuando miran a una mujer es en las mil y una maneras de clavársela hard-core pero lo esconden detrás de reiterados piropos baratos y la insistente labia monga. Ya estaba harta, especialmente después de tener que enfrentarse día a día a los macharranes de la oficina, y ni hablar de los idiotas de la calle que gritan y gesticulan a todas las tetas que ven, como si nunca hubiesen visto mujeres en su vida. Llegar a su apartamento debería de ser su refugio, un pequeño espacio de intimidad y alivio donde al fin podía exhalar. Pero no. Para ella, como para tantas mujeres del edificio, Junior traía los acosos de la calle dentro del espacio doméstico.
-Mami, necesitas ayuda cargando esa cartera, se ve pesada. Déjame llevártela hasta tu apartamento…o si necesitas cualquier otra cosa, me lo dices y puede ser cualquier cosa. Ya sabes, yo te ayudo en lo que sea.
Clara respondió con un seco –No, gracias- mientras se preguntaba seriamente cómo a ese hombre todavía no lo habían despedido. Avanza y llega, imploraba silente al aparato.
-Ah, los elevadores no están funcionando bien. Llamaron a un técnico pero todavía no ha llegado.
-¡Qué mierda!- pronunció las palabras en desesperación, ahora convencida del sentido del humor negro de la vida.
-Si quieres puedes subir en el elevador de cargo.
Los ojos de Junior brillaban después de haber soltado esa propuesta indecorosa. Clara miró las puertas cochombrosas del elevador de servicio. Aceptar la oferta la ayudaría a llegar más rápido a su apartamento, pero implicaría la presencia obligatoria de ese hombrecito perturbante dentro del ascensor. Cerró los ojos con la ilusión tonta de que al abrirlos mágicamente se arreglaba el otro elevador o mejor aún, que Junior se esfumara para siempre. Pero no ocurrió. Contempló la posibilidad de subir las escaleras, pero eran 6 pisos y con la poca energía que tenía su cuerpo de seguro se desmayaba a mitad de camino.
-Está bien-dijo con un tono de resentimiento.
Se metió en el elevador y se colocó al extremo para mantenerse lejos de él. Vio con terror cómo se cerraban las puertas, dejándola completamente encerrada con esa bestia. Decidió concentrarse en el conteo de los pisos para no pensar demasiado en la situación, uno...dos...tres..., cuando de la nada el hombrecito apretó un botón que detuvo el elevador y la abrazó con violencia. Un miedo indescriptible se apoderó de Clara y estremeció todo su cuerpo. Al cabo de un tiempo, él se separó de ella y empezó a reírse -Era una broma, mami, deberías de ver tu cara- y volvió a su posición original. Clara escuchó la risa de ese renacuajo y se llenó de furia. No, no puede salirse con las suyas. Junior estaba a punto de apretar el botón para seguir subiendo cuando ella lo detuvo.
-Espera-dijo, acercándose a él-es que me cogiste de sorpresa.
Junior se paralizó, incrédulo. –No era una broma, ¿verdad?- preguntó Clara sonriéndole como toda una seductora. Junior meneó la cabeza en expectativa de lo que ocurriría en ese pequeño espacio. –Quítate los pantalones- le suspiró a lo que el muy machote no pudo resistir, obedeció en seguida y le tiró los pantalones. Clara lo empujó en contra de la pared del elevador.
-Siempre supe que tú lo querías- exclamó orgulloso de su virilidad.
-Ah, ¿sí?-y aprovechando el momento levantó con fuerza la rodilla para darle en las bolas dejando a Junior sin aire, deslizándose en agonía hasta caer al piso.
-Ahora me vas a escuchar-le dijo postrada por encima de él-No puedes andar por ahí tratándonos como si fuéramos muñequitas o como si nos estuviéramos muriendo de ganas de que nos caigas encima, porque ¿sabes qué? No es el caso. De ahora en adelante nos vas a empezar a tratar con más respeto ¿verdad?
Junior sólo podía hacer algunos ruidos frágiles mientras se encorvaba sobre su propio cuerpo.
-No te escucho-le gritó mientras hacía el aguaje de mover la pierna en amenaza de un segundo ataque.-¿Vas a tratar a las mujeres con más respeto, nada de esas bellaquerías?
-Sí, sí
-Más te vale-dijo mientras volvió a apretar el botón para ver si al fin llegaba a su casa. -Ah, y una cosita más- Junior no podía elevar su rostro para mirarla. -Eso de andar por ahí tirándole a todo lo que tenga tetas, culo y vagina es una buena estrategia desde el punto de vista de hombres como tú que no tienen mucha esperanza, pero acá entre nos, sólo te hace ver un poco desesperado y muy patético.
Las puertas finalmente se abrieron. Clara salió y respiró profundo.
-¡Mis pantalones!- gritó Junior con mucho esfuerzo.
-Oops- dijo Clara con una sonrisa pícara en su rostro-No te preocupes, te los devuelvo. Te aseguro que yo no los quiero.
Las puertas empezaron a cerrar. -Pero dámelos- gritó Junior tratando de levantarse.
-No, no te preocupes- contestó con sarcasmo-Te los haré llegar. Los encontrarás en un lugar que conoces bien, perfecto para ti.
Las puertas se cerraron antes de que Junior pudiese hacer algo.
Clara caminó por el pasillo hasta encontrarse frente una pequeña puerta. La abrió y se detuvo unos segundos, contemplando el asco que le producían esos pantalones que sostenía entre sus manos. Los metió dentro del pequeño espacio y al cerrar de nuevo la puerta leyó el letrero que decía “Basura”.
-Sí, ahora están exactamente donde pertenecen.- y fue riéndose hacia su apartamento para, al fin, tener un poco de paz.
foto: Elevator de Kaz-Yami, tomada de deviantArt
Labels: hombres necios, mujerazas
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!
Es escalofriantemente acertado.... Excepto el final, claro. jejeje.
Gracias por escribir eso...me hizo reir, y temblar del miedo un poco... Orita tengo que salir. Espero que "Junior" no este por ahi...(por la foto que pusiste, me imagine a ese Junior como un scary hunko dude...pero el de la vida real es mas como un renacuajo. jajajajajaja)
TQMMMMMMMMMMMM
debo asumir que esto es unaa historia de terror veridica...jaja..que horror!
un abrazo
Jip jip, hurra, jip jip, hurraaa!!!
Se me ocurre que a las chicas desde los primeros años de escuela o colegio nos deben impartir clases de defensa personal. Sería aceptar que la sociedad esta llena de patanes nefastos y locos, pero de que los hay, los hay!
Huy!
:D
Mama:
Very nice. Aqui poniendome al dia contigo. He estado al palo. Besos.
!!!!!!! Ooooo Adoro este relato. Ah y tu hermana es mi heroina. Cuantas veces no he querido castrar o al menos patear a dos o tres macharranes.
Malditos bellacos. Ahora, un bellaco azucarado... ¿qué es? ¿Aquel dulzón de barrio que es muy baboso con las palabras?
Amiga ya usted sabe como pienso. Que vivan las mujeres y los esclavos. :)
M: jejeje, como que conozco al personaje! Y sí, es un renacuajo en muchos sentidos. Me alegro que te haya hecho reir...hay que reírse de esos especímenes tan lamentables..."Junior", mmm ¿se llamará así porque se ve tan pequeñito? jajaja
un abrazote
Ojitos: Sí, es verídico...Así que tengan cuidado si van a Nueva York que por ahí está Junior. ugh!!
un abrazo
Ana: jajajaja, fíjate no sería mala idea...viendo cómo están las cosas. Ojalá los Juniors del mundo no existieran...pero pues, por ahí andan. Lo peor es que este junior en realidad es cute, razón por la cual piensa que puede salirse con las suyas...grrrrrr!!
Johnny Boy: Precioso! Tengo yo que ponerme al día contigo porque estoy medio perdida. El problema que tengo es que sé que si entro a tu página ahí estaré raaaaaato, porque eres adictivo!!
un abrazote
Estela: No sé por qué pero ya me esperaba que te iba a gustar este cuento!! No quisiera bajar a mi hermana de ese pedestal porque es una mujeraza, pero esto es como un ojalá hubiese pasado así, lo que realmente se merece el pendejo ese...aunque sirve de sugerencia también si vuelve a ocurrir algo así, jeje.
Lo de bellaco azucarado me lo inventé. Para mí son iguales que el típico bellaco agresivo que te dice directamente y gráficamente que quieren acotarse contigo...pero el azucarado lo esconde bajo capas de azúcar, piropitos baratos para disimular...ugh!
Seguimos prendiendo las velitas para que lleguen los esclavitos, jeje
un abrazote
Hoy lo vuelvo a leer, luego de que lo hablaramos esta noche. Increible la recreacion. Gracias por tu sabiduria y palabras. Nos honras con tu presencia.
....pero es el mismo junior en que estoy pensando yo????????
Dime que no.....
te mando un beso muy grande...
Yolanda Arroyo Pizarro: Gracias a ti por contagiarnos siempre de tu alegría, entusiasmo y gran talento. Fue hermoso poder compartir contigo en esa noche de murallas, poesía, vino y amistad. ¡Qué se reptia!
Aiutami, Schopenhauer!!!: jajaja...síiiiii, es el mismo Junior, ¿lo puedes creer??? Eso es para que veas lo poco confiables que son los hombres, lo fácil que regalan palabras por ahí y lo frágiles que son, jajaja. Pero ya tú escribiste el trabajo definitivo sobre las limitaciones del género...
BRAVO!! y con mayusculas! Excelente relato!! Y de paso felicitame a tu hermana por que es una mujereza!!!
Un abrazo!
Lamentable ese tipo de microbios prepotentes, lascivos y con un ego falocéntrico tan inmenso como el empire state building, están choretos... Y es gracioso cuando dicen "ay, pero no disimules, sí se que te mueres por..." Vomitivos-
Tu escrito me encanta, se me ocurren muchos lugares para esos pantalones...
No apta, excelente.
un arbazo
El final, aunque nos explican en los comentarios que no pasó así, le debe dar una muy buena idea a tu hermanita querida (y a todas las que nos encontramos a los juniors de la vida!) Me encanta el "twist" de la historia. Me encanta la visceralidad del relato. Tal y como me escribiste...hay algo en el aire, estas líneas de escritos tienen algo particular. Le escribí a Estela que tiene que ser que nos estamos despojando de las malas vibras de hombres que no merecen llamarse hombres, durante el mes de enero para poder quemarlos en el fuego de purificación de febrero y comenzar un año libre de vomitivos (como dice Ana María!). Un abrazo a tí, tu hermana y todas las brujis que llegan aquí!
Mares: Linda, gracias. Mi hermana es una mujeraza, pero esa parte de este relato es lo que debería de haber pasado. La realidad es que en esas situaciones uno nunca sabe cómo se reacciona. Qué horror!!
un abrazo
Ana María: Ay, ay, es cierto...vomitivos!! Las cosas que tenemos que soportar en esta vida ¿no?
Interesante lo de los microbios con ego de Empire State Building, eso mismo es Junior...y taaantos otros que, al parecer, quieren compensar sus deficiencias de esta manera...ugh. Los pantalones y demás que los tengan en su sitio o si no se las van a ver...
Ya te contaré cómo me irá cuando vea al microbio este...
un abrazote
Yiara: Sí, definitivamente hay algo en el aire...Hay que sacarlos del sistema!! Me encantó lo del año libre de vomitivos. Palabras con luz, amiga...¡que así sea para todas las brujitas!
Gracias por tus palabras y por tu presencia.
Un abrazo inmenso para ti también, con todo el calor y sabor del Caribe!
ME GUSTA COMO ESCRIBES... EN REALIDAD TU BLOG ES EXCELENTE.
MUCHA SUERTE, MALVA MARINA
PD. A MI TAMBIEN ME ENCANTA SOR JUANA
Sólo para aclarar (aunque dudo que la gente siga leyendo estos comments), el final del cuento sí es ficción. Y aunque es cierto que hubiese sido maravilloso que le diera una patada en los huevos a ese cabrón, la verdad es que cuando una está en ese tipo de situación el instincto más poderoso es de sobrevivir. Yo me congelé, estaba horrorizada. No me hubiese salido las fuerzas de darle esa patada - el miedo se apodera de una. No es fácil ser mujer acosada - en cualquier contexto. Y aunque hubiese querido un resultado como el del cuento, simplemente no se me ocurrió en aquel momento.
ps, gracias por llamarme mujeraza. Exageración inmunda...pero gracias. La mujeraza eres tú!
Malva Marina: Gracias por esas palabras!! Ya pasaré para leerte.
Y Sor Juana...ay, Sor Juana fue una GRANDE! Era demasiado adelantada para su tiempo, incluso para hoy en día. Mujeres como ella no caben en este mundo pero agradezco tanto que hayan existido.
un abrazo
M.: jaja No tienes que dar ninguna explicación. Carajo! Obvioooo! cualquiera se caga!!! Pero no te preocupes que parece que ahora él anda con el rabo entre las patas, buajajaja
Y no, yo disto demasiado de ser una mujeraza.
un abrazote inmensooooo
Quisiera saber si recuerdas donde queda FELICILANDIA, pues tengo una discucion con mi amigo si queda o no al lado del parque de las ciencias...
sera un placer poder saberlo