ahora
Y fue así que comenzó a levitar. Su cuerpo invisible era sólo perceptible para sí mismo. Se divirtió con este fenómeno cual si fuese un niño. Quería hacer mil travesuras y de repente pensó en ella. Le dio curiosidad. Voy a ver qué hace...y a joderla un poco. Voló hasta esa habitación que ya conocía muy bien. Allí estaba completamente dormida. Él sintió el impulso de tocarla, de hacer algún movimiento para asustarla. Cuando se acercó vio su rostro y no encontró las fuerzas para interrumpir esa paz. Hacía tiempo que no la veía…muchísimo más tiempo desde que la veía así, tan sumergida en sus sueños. Es hermosa, pensó mientras intentaba recordar por qué se habían dejado. Se quedó observándola, fascinado…¿Qué soñará? Ella comenzó a revolcarse entre las sábanas. Sin duda sentía su presencia. Al rato despertó. Él la siguió en su rutina matutina. Observó la forma chistosa de cepillarse los dientes. Él estaba en la ducha, silenciosamente deseando ser una de las gotas que se deslizaban por ese cuerpo tan familiar. La acompañó todo el día. Allí estaba él: viendo lo que ella hacía, las conversaciones que tenía, lo que leía, lo que escribía, lo que comía, lo que bebía…Presenció cada sonrisa, cada lágrima, cada bostezo, cada gesto.
Ahora ella regresa a su cuarto cansada.
Ahora él la sigue sin saber por qué.
Ahora ella se acuesta en la cama.
Ahora él levita sobre su cuerpo.
Ahora ella cierra los ojos.
Ahora él ve, por primera vez, lo mucho que la quiere.
Ahora él desea besarla, y…
en el momento que sus labios tocan su piel, él deja de existir…
Labels: ficción
La verdad es que me he convertido en una fan tuya, sencillamente me encanto!!! Escribes muy, pero que muy bien!
Hay tanto talento regado gratuitamente en la red... Sinceramente me gusto mucho la sutileza de lo abstracto.
Saludos desde Perú.
Epero linkearte en la brevedad.
Hermoso texto, voy a seguir pasando por aca!