"ser patriota es ser un idiota"
A veces he creído que mi amor a ese pedazo de tierra tenía algo de fatídico y misterioso, como el de Cuasimodo a la campana grande de Notre Dame de París, cuando abrazado a ella parecían hombre y campana convertirse en una cosa misma, en un solo cuerpo con dos almas o en un alma con dos cuerpos. Lo que pasa entre mi tierra y yo, no es menos singular y acaso más extraño, jamás pudo verse amalgama de cosas más opuestas. En lo físico hubiera preferido otro clima menos variable y ardoroso y húmedo, otra gente; y, sin embargo, encuentro no sé qué atractivo singular en uno y otro. Nací todo vida y actividad; mi país es todo hielo y negligencia. Yo idolatro la luz; él parece bien hallado con sus obscuridades; yo anhelo el volar del rayo; él camina a paso de tortuga; y, sin embargo, no he podido vivir sin él. Le huyo y me persigue la nostalgia; quiero no pensar en él, y me quita el sueño; si trato de no sufrir por su suerte, no puedo evitar que me atormente más; deseo no amarlo, y se mete dentro de mi alma. ¿Qué vínculo fatal es éste de que no logro deslizarme?¡Ah, sí! ¡Abrázate, Cuasimodo, a tu campana, atúrdete con el remontarte con el ronco estruendo de sus bronces, remóntate y torna a remontarte con ella y apegado a ella, en vertiginoso giro por los aires; hasta que el cielo de la muerte te afloje los brazos y caigas en los abismos de la tumba....!
-Alejandro Tapia y Rivera, Mis memorias.
Porque está en la sangre y es la vida; lo otro es desnaturalización. Un saludo.
Esto es un escrito muy conmovedor. Acabo de leerlo en "Mis Memorias: Puerto Rico como lo encontre y como lo dejo" de Alejandro Tapia
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